Qué mal acostumbrados nos tiene la genial Pixar. Desde que entrara en escena con la fantástica Toy Story, los adultos no hemos dejado de acudir a las salas de cine para disfrutar como niños de lo que antes se consideraba como un producto destinado solo a los más pequeños.
Ni que decir tiene que han creado escuela en la fábrica de sueños norteamericana, con Dreamworks o Ilumination Entertainment (la productora de Mascotas) intentando repetir sus éxitos.
Tanto es así, que esta floja y simple Mascotas ha copiado (para mal) bastantes elementos de la mencionada Toy Story. Aquí también la llegada de un nuevo perro amenaza con robarle el cariño de su dueña a Max. Ambos también se perderán lejos de su casa y tendrán que aprender a trabajar juntos para poder volver sanos y salvos, tras enfrentarse a varios peligros. Y aquí también tendrán todo un grupo de amigos que harán lo posible por ayudarlos.
Por supuesto, la factura técnica es excelente, pero la comedia queda reducida a los gags que aparecen en el tráiler y alguno más. El resto es un filme destinado únicamente al público infantil, que a los adultos resultará muy predecible, demasiado simple y hasta aburrido.
Lo mejor: el corto de Los Minions que se emite justo antes de la película.
Lo peor: la falta de originalidad, de Toy Story se ha copiado hasta el eslogan de la producción, de qué hacen los juguetes cuando se quedan solos a lo que supuestamente hacen las mascotas cuando el dueño no se encuentra en casa.